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jueves, 31 de marzo de 2011

mil luces difusas



I

Algunas nostalgia a hedor apestaban
otras mil/llamas difusas mis dedos
-enredadera de hojas de calor.
[Titilan azul-rutilante
caída, bohm-iú]

Te preguntas sobre ellos.
Los fuegos diversos: tamaña coraza sobre los cuerpos.

(....he divagado)

Nunca te cruces en el camino
de la nostalgia/de aquél que ha recorrido.


II

Caen gotas, lluvia, frente
Sobre
tiempos inmemoriales, caen y soyen y desde
(aquel día)
en que tú, en tu inmaculada desnudez, yaces y mi alma
llora

Y (la palabra) sin sentido/el mundo jamás, jamás. Jamás.


No bastan.

lunes, 28 de marzo de 2011

El rojo de un sonido que parte la noche [y mi conciencia



En retazos de luz envuelta en hojas verdes en
[la playa
aquellos sonidos de brisa, placen
el suspirar de rocas sumidas en nostalgia


Por momentos y tan rápida que el conocimiento antecede/la
causa
el sabor de tus besos penetra honda y fugaz
[¿es el recuerdo
recurso que añora tu presencia?
¿Es ésa una verdad?

Cuando las luces de colores urbanos
rojo
se envolvieron en un abrazo que conciencia funde
[te dejé en tu casa
y la música al estéreo y el rojo de la luz
y el sabor de tus besos

[todavía resuenan


lunes, 21 de marzo de 2011

¿La última década del euro? (segunda parte)

Estudiante de licenciatura en economía (CIDE)


[Lee la primera parte de este artículo]

La crisis del euro tomó a los estadistas europeos por sorpresa. La realidad es que ya existían mecanismos institucionales que debían mantener una eurozona fiscalmente consolidada. El tratado de Maastricht preveía un déficit fiscal máximo de 3% anual y una deuda pública inferior al 60% del PIB. Por supuesto, la gran mayoría de los países violaban este acuerdo, pero lo hacían de una manera medida. La crisis del 2008 supuso en cambio un relajamiento de los estándares con que se conducían numerosos países. La presión de sus respectivos electorados llevó a que los gobiernos nacionales asumieran el rol de suavizar el duro shock económico. Como era de esperarse, el resultado fue la explosión en el crecimiento de la deuda pública en la mayoría de los países en Europa. Esta excesiva dependencia en los mercados de deuda hizo vulnerable a los gobiernos nacionales frente a la escalada en las primas de riesgo que debieron de pagar cuando el escándalo de la deuda griega fue del dominio público.

Angela Merkel, canciller federal alemana (link)
Como usualmente ha sucedido en la Unión Europea (UE), el liderazgo económico recayó casi en su totalidad en Alemania. La locomotora alemana impuso una a una sus principales demandas a la Unión. La UE en conjunto con el FMI instauraron un mecanismo de financiación de emergencia al que podían recurrir los países en apuros. Éste fue diseñado con la filosofía del FMI de “hacer tan desagradable como sea posible la experiencia de acudir con nosotros”. El rescate vino con condiciones draconianas tanto para Grecia como para Irlanda. Alemania fue la partidaria que impuso estas condiciones frente a una Francia reticente que deseaba utilizar fondos totalmente europeos. Más tarde Alemania presentó el famoso “pacto para la competitividad” que finalmente fracasó. No obstante, recientemente se ha aprobado la versión “descafeinada” del mismo, ahora bautizada “pacto por el euro”. Básicamente consiste en cláusulas que desligan los salarios del nivel de precios y que imponen nuevas barreras legales a la irresponsabilidad fiscal.

Sin embargo, el costo político para Angela Merkel (CDU, cristiana demócrata, canciller federal alemana) ha sido enorme. Los alemanes no entienden el porqué las personas en Grecia e Irlanda se oponen a esta clase de ajustes y esperan ser rescatados por países fiscalmente responsables como Alemania, que hizo esos mismos ajustes años antes de la crisis. Al final, Angela Merkel está despojada de alternativas: asume el costo político del rescate y salva al proyecto europeo del euro o cede a la presión local. La valiente decisión de la canciller Merkel ha estabilizado momentáneamente al euro, pero hace cada vez más probable ver a los social-demócratas en la cancillería.

Al final del día, la posición alemana va en la condición correcta. El problema del euro no se va a solucionar con rescates, sino con política pública y a largo plazo. Aquí van un par de datos del problema: dos de los tres países con menor crecimiento económico en el mundo están en la eurozona: Portugal e Italia; en los últimos 12 años del euro, los salarios subieron en promedio 17% en Alemania mientras que en el resto de la eurozona lo hacían en 35%, llegando a ser superiores al 100% en Grecia (de acuerdo al FMI). Así mientras, los alemanes hacían duros ajustes que hoy les permiten disfrutar de altas tasas de crecimiento y bajo desempleo, los griegos se asignaban salarios cada vez más altos que los alejan de ser competitivos. No olvidemos que Alemania creció 3.6% el año pasado mientras Grecia sufrió un retroceso. Debemos tener siempre presente que la expansión económica en Europa tiene un mayor impacto en la población que en países como Canadá y Estados Unidos, porque el crecimiento poblacional es bajo y, en el caso de Alemania, incluso es cero. Esto implica que el crecimiento del PIB es parecido al del PIB per capita.

Angela Merkel con el premier luso, Sócrates (link)


A corto plazo, el futuro del euro está sumido en tinieblas. Portugal deberá ser rescatado con gran probabilidad en cuestión de meses, como lo han adelantado fuentes del propio gobierno luso bajo condición de anonimato. Hace semanas que las tasas de interés que debe pagar este gobierno por deuda a diez años han superado el 7% anual, el techo psicológico que el propio ministro de finanzas había fijado. Una vez que Portugal esté bajo el ala del fondo de estabilización europeo la presión sobre España aumentará, lo que puede también orillar a este país a salir de los mercados de deuda temporalmente. Sin embargo, rescatar a España será una empresa gigantesca y es posible que los fondos europeos y del FMI no basten. Si la crisis se propaga incluso más, Bélgica y después Italia enfrentarán crisis en los mercados de deuda. A pesar de todas las promesas de los ministros de finanzas europeos, cada vez parece más probable que Grecia reestructure la deuda que tiene con particulares (es decir, excluyendo los préstamos FMI/UE), lo cual de nuevo puede elevar la prima de riesgo de otros países. Por último, está el factor de política monetaria del ECB. A diferencia de la Reserva Federal (FED), el ECB mantiene una política monetaria ortodoxa y elevará sus tasas de interés ante cualquier subida en las expectativas de inflación como ha sido adelantado recientemente por el propio Trichet. Una subida en la tasas de interés elevará el costo de financiar deuda a corto y mediano plazo a todos los países de la eurozona, lo que, de nuevo, puede provocar una crisis en países de la periferia.

A largo plazo, sin embargo, la tendencia europea es claramente hacia mayor competitividad. Mientras Europa se consolida fiscalmente, Japón se acerca cada vez más al punto inevitable en que deje de pagar sus obligaciones fiscales. El propio Estados Unidos enfrenta un panorama difícil a largo plazo, con niveles cada vez más elevados de deuda pública y un déficit crónico de cuenta corriente. El punto es que el euro no es tan mala opción si se toma en cuenta el largo plazo. El corto plazo es otra historia: yo me mantendría alejado del euro un tiempo.

lunes, 14 de marzo de 2011

El caso de Túnez como ejemplo para la democracia en México.


Túnez, un ejemplo para México.



Estudiante de licenciatura en relaciones internacionales (Westhill)


"Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos pensantes y comprometidos puedan cambiar al mundo. Es la única cosa que lo ha hecho"
 Margaret Mead.

A lo largo de la historia, hemos podido encontrar varios casos en los cuales una persona es “la gota que derrama el vaso”. En 1963, en la ciudad de Saigón, Thich Quang Duc, un monje vietnamita, se roció un líquido en su cuerpo a la mitad de una plaza, prendió un cerillo mientras la multitud observaba y se prendió fuego como forma de protestar por la persecución de los budistas por parte del gobierno de Ngo Dinh Diem. David Halberstam ganaría un Pullitzer por su relato de ese instante. Una sola persona tal vez no haga un cambio, pero la colectividad que siguió su ejemplo -héroes en la historia de sus seguidores, mártires ante los ojos del mundo- sí lo lograron hacer, Diem fue derrocado y asesinado en noviembre de 1963.

En Estados Unidos vemos el caso de Rosa Parks, una ciudadana afroamericana que se enfrenta a la ley -al ocupar un lugar de un blanco en un camión de pasajeros- y triunfa. Gracias a su tenacidad se desató la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos y 60 años después, el presidente de Estados Unidos es afroamericano.

En Túnez, la desesperación ante un régimen autoritario y las condiciones deplorables de vida hacen que un licenciado -que debía vender frutas para subsistir- reclame porque perdió su fuente de ingresos, tal vez las causas de este licenciado fueron un poco distintas a las de Thich Quang Duc, en su martirio no hay una idea liberalizadora de pueblos, sino de sí mismo; no hay grandes antecedentes históricos, pero hay una gran necesidad humana. Frustración, al tener un título universitario y vender frutas; temor ante el futuro; enojo ante el gobierno que le quitó su modo de subsistir; decepción pues sabe que nadie hará nada para ayudarlo. Su salida: inmolación.

Ante este diagnóstico, una sociedad que tenía las mismas condiciones de vida y los mismos sentimientos humanos, despertó y se movilizó. Hoy sabemos que ganaron, que no podrán engañarlos otra vez, que el gobierno que los utilizó se ha despedido, se ha ido. Utilizaron la única violencia –como dice Aguilar Camín- justificada: la revolucionaria. Una violencia, sin violencia, una violencia viva, que vive en cada una de las personas que se revelaron en contra de una realidad que parecía inamovible. Hoy, movimientos en Argelia, Egipto, Libia, Marruecos han surgido, movimientos en contra de las mismas condiciones que –sin duda- triunfarán.

¿Quién se hubiera imaginado que en regímenes autoritarios como los árabes, un movimiento espontáneo y pacífico lograra tales resultados? La nueva característica de estos movimientos muchos dirán que fue la ausencia de un golpe militar, que fue la ausencia de creencias extremistas o fundamentalistas o que fue la falta de injerencia del extranjero; sin embargo, la pieza clave del triunfo de estos movimientos y su característica principal fue el uso del 5to poder: la sociedad.

La sociedad y su movilización es un fenómeno antiquísimo, pero que la sociedad actúe a sabiendas del poder que tiene, es algo nuevo. En la época antigua, el poder siempre se concentró en pocas manos, en los reyes, los nobles y el clero; no fue hasta 1789 –con la revolución francesa- en donde el pueblo –llamado tercer estado- vio el poder que tenían y decidieron ejercerlo. La revolución salió triunfante y los intereses de los que conformaban el tercer estado serían cumplidos. Lo único que no previeron es que la alta burguesía se convirtió en las manos del poder, y lo utilizarían para defender sus intereses; el proletariado una vez más quedó indefenso. Una manera para atacar esas injusticias fueron los sindicatos, que más temprano que tarde empezaron a defender los intereses de los líderes, no de los trabajadores. Historia tras historia de cómo el poder siempre ha estado concentrado en pocas manos; sin embargo, el poder de movilización para cambiar esas condiciones siempre ha estado presente, pero es mejor callar, es mejor vetar, es mejor no presionar, es mejor no alborotar.

La historia hoy nos demuestra que sí vale la pena. Con el acceso a la información que el internet ha traído, hoy es más fácil encontrar opiniones diferentes a las que los medios masivos -como la televisión y el radio- presentan. El internet toma un papel muy importante en el descontento de la gente y en sus manifestaciones. Entonces, si en países con bajos o nulos índices de democracia como los árabes, las poblaciones han logrado informarse y movilizarse, en México ¿qué pasa?

Una posible respuesta a esto es el miedo a raíz de los acontecimientos de 1968 en Tlatelolco. La gran pregunta es, ¿Qué hubiera pasado si el ejército no hubiera disparado, como en Egipto? Un intento de responder esto sería inútil, pero seguro que la realidad mexicana sería otra, tendríamos una sociedad civil comprometida y participativa y –tal vez- nuestros índices democráticos serían más altos, sin embargo y tristemente, muchas personas esperaremos a que el martirio de una persona –tal vez como la desgracia de Fernando Martí e Isabel Miranda de Wallace- movilice a la gente más allá de una sola marcha vestidos de blanco. Hasta ese momento podremos salir a pelear por las causas que consideramos justas y veremos que –como el ideal de democracia dicta- el gobierno le debe responder al pueblo porque el pueblo es el que manda.

jueves, 10 de marzo de 2011

Se acabó el amor.

Guillermo Gómez
Estudiante de licenciatura en ciencia política y relaciones internacionales (CIDE)

Esta historia comienza por ahí de la década de los noventa. Por un lado, un prominente y, sobre todo, joven telefonista. Por otro, un maduro y bien consolidado caballero dedicado a la televisión. Ambos comenzaron una relación que parecía muy sólida, de esas que duran toda la vida, sin embargo, no fue así. Al menos por el momento, se encuentran muy enojados y a punto de llegar a los golpes.

Un poco de historia.

Grupo CARSO y Grupo Televisa son dos actores bien conocidos en el escenario empresarial, sin embargo, vale la pena recordar algunos datos. Aunque Grupo CARSO surge en la década de 1980, es hasta 1990 cuando adquiere importancia en la escena nacional. Es en diciembre de 1990, cuando en sociedad con otros inversionistas, CARSO adquiere el control de Teléfonos de México, empresa insigne del grupo. Durante los últimos veinte años CARSO ha mantenido una agresiva estrategia de diversificación empresarial a nivel nacional e internacional (1) que ha llevado a su propietario, Carlos Slim, a posicionarse como el hombre más rico del mundo (2), y por ende, uno de los más poderosos. Grupo Televisa surgió en 1930 como una empresa de medios radiofónicos. En 1951, incursionó en la televisión con el “Canal 2” bajo la marca Televicentro. Aunque no ha salido de su ramo, con el paso del tiempo, Televisa ha logrado modernizar y diversificar sus negocios. Ha firmado convenios con empresas extranjeras que van desde alianzas estratégicas para la transmisión de contenidos (3), hasta la exportación de capital humano para la producción de telenovelas (4). Estos convenios han llevado a la empresa a tener un público potencial que sobrepasa los 2,000 millones de teleespectadores y a manejar un mercado de publicidad televisiva valuado en más de 5,000 millones de dólares, tan sólo a nivel nacional (4). Ambos consorcios mantienen amplio control en el consumidor, por un lado, en palabras de Purificación Carpinteyro, Ex-subsecretaria de Comunicaciones y Transportes, Televisa concentra aproximadamente 75% del rating a nivel nacional (5), y por otro, Grupo CARSO, mediante sus empresas Telcel y Telmex concentra el 70% del mercado de telefonía móvil y el 80% del mercado de telefonía fija (6).

Todo era miel sobre hojuelas.

La relación entre CARSO y Televisa comenzó en 1995 cuando Sercotel, subsidiaria de América Móvil que era controlada a su vez por Teléfonos de México, compró 49% de Cablevisión por 211 millones de dólares, empresa de televisión por cable propiedad de Grupo Televisa (7). Durante muchos años la relación entre Televisa y CARSO marchó viento en popa. Por ejemplo, hay algunos (me incluyo) que se atreven a decir que Carlos Slim es quien realmente hizo posible que Emilio Azcárraga sea hoy el presidente de Grupo Televisa. Y es que, tras la muerte de Emilio Azcárraga Milmo (padre de Emilio), la sucesión al frente de los negocios familiares lucía complicada; había intereses encontrados entre los “herederos” a una fortuna valuada, en ese entonces, en 1,600 millones de dólares. Alejandro Burillo Azcárraga fue uno de los principales implicados en el tema y es que aparentemente le quería dar madruguete a su primo Emilio para quedarse con las empresas, fue así que Carlos Slim le entró al quite y sacó la chequera para apoyar a Azcárraga (8) y que este retomara el control. En torno a esta relación de cooperación y amistad, fue que surgió el primer distanciamiento, y fue que, para 2004, Carlos Slim decidió abandonar Cablevisión.

El meollo del asunto.

¿Qué hacen dos amigos, novios o esposos cuando se pelean porque alguno hizo algo que al otro no le parece? fácil, se dejan de hablar. Luego, pasan a los gritos. Y en última instancia, llegan a los golpes. Dos amigos o hermanos pueden pelearse porque ambos aman a la misma mujer, dos esposos en proceso de divorcio porque ambos quieren la patria potestad de los hijos. En fin, algo así está sucediendo entre Grupo CARSO y Grupo Televisa; el duelo por las telecomunicaciones, un conflicto de intereses sobre quien puede controlar más al pueblo mexicano.

Como es bien sabido, la industria de las telecomunicaciones en México es uno de los sectores productivos más dinámicos de la economía. Entre 1990 y 2007 el sector creció casi cinco veces más rápido que la economía en su totalidad; en 2007 contribuyó con 6% del PIB mientras que en 1990 representaba sólo el 1.1%. Las diversas reformas al sector (apagón analógico y nuevas concesiones radiofónicas, principalmente) han conseguido extender su conectividad y aumentar su eficiencia. Sin embargo, continúan existiendo brechas de mercado y de acceso en el sector (las brechas son representativas pues en áreas urbanas 32% de la población cuenta con acceso a servicios de telecomunicaciones, mientras que en las zonas rurales sólo 6% tiene acceso). Las soluciones para cerrar la brecha son la promoción de la competencia, el diseño de políticas orientadas al mercado para fomentar la competitividad, y en general, regulaciones que nivelen el terreno de juego para los operadores nuevos (9).

Existen dos grandes problemas de intereses entre Grupo Carso y Grupo Televisa. El primero de ellos es el triple play y el segundo se refiere a los “altos“ costos de interconexión de telefonía que cobra Telcel. Por un lado, Grupo Televisa se ha visto beneficiado por el triple play (que representa televisión por cable, telefonía e internet con un mismo proveedor), ya que ha logrado implementar con éxito este servicio a nivel nacional; para Grupo CARSO esta situación es perjudicial ya que por la naturaleza de su título de concesión se ha visto imposibilitado a ofrecer el servicio de televisión por cable (10). Sin embargo, se ha valido de artimañas “legaloides” para incluir en el mismo recibo, el servicio de televisión por cable Dish (subsidiaria de MVS y socio comercial de Grupo CARSO) y así también entrarle al triple play, situación que ha causado descontento a Grupo Televisa.

Por otro lado, Grupo Televisa, se ha visto perjudicado por los costos de interconexión que cobra Telcel por enlazar las llamadas entre los distintos operadores y sus propias líneas, ya que, como se mencionaba anteriormente, Telcel mantiene una concentración de 80% del mercado de telefonía móvil. Por esta razón, varios operadores se han unido a Televisa para solicitar que dichas tarifas se anulen “en beneficio del consumidor” al representar un ahorro de 73,500 millones de pesos. A lo que Telcel se ha opuesto rotundamente, pues lo considera un asunto de inversión (11).

En general, la situación entre CARSO y Televisa, se ha tornado tensa. Ha pasado de estar en un círculo vicioso, en el que ambos se atacaban por medio de publicidad y desplegados, a estancarse y no tener una solución aparente, pues hace apenas unos días, Telmex decidió no contratar más espacios de publicidad en Televisa argumentando un incremento de 20% con respecto a las tarifas anteriores.

¿Qué sigue?

Sin duda alguna, este es un hecho que hasta hace poco, se antojaba inimaginable. ¿Quién podría terminar con la fuerza de dos de los principales monopolios de facto de este país? La respuesta es ellos mismos. Dos feudos que estaban bien delimitados pero han sido retados por la ambición natural del ser humano, una ambición que no se rige por reglas. Desde mi punto de vista, es una pelea a la que le quedan muchos rounds. Una pelea de monopolios que tienen una penetración muy alta en la población, que influyen de manera directa en su consumo, en sus decisiones y hasta en su forma de vida.

Televisa, el monopolio de la televisión (en cuanto a concesiones cuenta con 66% de la totalidad, pero en cuanto a rating cuenta con 75% de penetración nacional) una empresa que estuvo al servicio del Estado por mucho tiempo y que ahora se jacta de ser moderna y ejercer periodismo de “altura” con unos periodistas (con sus claras excepciones) que dan más lástima que risa, que lejos de formar opinión, sólo transmiten los temas que más les convienen. Telmex, el monopolio de la comunicación, una empresa que vende cobre a precio de oro, México, uno de los países de la OCDE con tarifas más altas en telecomunicaciones (3°).

Qué podrá pasar en el tiempo venidero, acaso será otro show montado, acaso pactarán y harán como que compiten, acaso llegarán a las últimas consecuencias y esto apenas es el comienzo; es incierto. Lo que es cierto es que como en cualquier relación, cuando ya se han hecho tanto daño será muy difícil recuperar lo que había, una muestra de ello es la demanda interpuesta por 25 operadores de telefonía en contra de Telmex y Telcel, encabezadas por Grupo Televisa y Grupo Salinas, en el que se exige ¡que paren los abusos!, como dice el dicho, el comal le dice a la olla, ¿no?

En fin, ante todo este panorama, la pregunta más importante, ¿Dónde quedamos nosotros? el pueblo, ojalá que el Estado actúe conforme a derecho, no para quedar bien con uno o con otro, que al cabo va a ser lo mismo. Se requieren medidas eficientes que fomenten una competencia real que se traduzca en un ahorro para los bolsillos del mexicano.

P.D. Un gran agradecimiento para Dante, nuestro incansable y paciente editor en jefe.


  1. En 1992, adquiere la mayoría accionaria de Condumex. En 1993, adquiere el 99% de las acciones de la llantera General Tire. De 1996 a 1997, adquirió: el 99% de las acciones de Porcelanite (Empresa dedicada al diseño de interiores) y el 60% de las acciones de Sears Roebuck Inc. México. En 2003, CARSO adquirió las seis tiendas de JcPenney México. En 2005, incursiona en el ramo de la construcción con la empresa CICSA, involucrada en el programa de plataformas petroleras de PEMEX. Información disponible en www.carso.com.mx


  1. La última inversión que Grupo Televisa realizó fue la concretada con Univisión en 2010, por un monto de 1,200 millones de dólares. Información consultada en: http://www.cnnexpansion.com/negocios/2010/10/05/univision-dispara-13-accion-de-televisa


  1. Purificación Carpinteyro, Ex-subsecretaria Comunicaciones y Transportes entrevistada por Carmen Aristegui. Video disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=2CaE2MvnYNs / http://www.youtube.com/watch?v=35xnXO7vV0s&feature=related



  1. Existe un artículo de paga en Proceso edición 1081 de 1997 titulado: En el testamento, partes iguales a Paula Cussi, Adriana Abascal, las hermanas Azcárraga Surmont y los hermanos Azcárraga Jean, por Carlos Marín; en el se habla sobre el “resurgimiento” del primo marginado al frente de Televisa. Asimismo, una posible fuente del rumor se puede encontrar en: http://sdpnoticias.com/columna/1151/Azcarraga_contra_Slim_al_que_obra_mal_se_le_pudre_el_culo, cabe mencionar que no hay nada documentado oficialmente al respecto.

  1. Extractos de: Política de generación de infraestructura de telecomunicaciones en México: Una crítica. Ernesto M. Flores-Roux y Judith Mariscal. Cuaderno de trabajo #246. División de Administración Pública, CIDE, México, 2010.


martes, 8 de marzo de 2011

"Oligopolilandia"

Arturo Ugarte*
Estudiante de licenciatura en relaciones internacionales (Westhill)

(El título hace referencia al discurso ¿qué hacer para crecer? De Denise Dresser)

Precios a la alza, salarios a la baja. Desempleo e inequidad. Declaraciones como “con 6 mil pesos al mes uno vive bien” nos hace enojar y nos hace repudiar. Ernesto Cordero y su salario -según el IFAI- de $205, 122 pesos nos muestran la falta de empatía de los gobernantes con sus gobernados. Ernesto Cordero y sus ofensas hacia México me hacen recordar a Marie Antonie y su famosa frase cuando le dicen que los pobres no tienen ni bolillos para comer: “pues que coman pasteles”.

Desafortunadas declaraciones, pero sobretodo, una desafortunada realidad que cae sobre los mexicanos. Sexenio con sexenio se discute el qué hacer para crecer, qué hacer para tener una mejor repartición, qué hacer para que el crecimiento se vea reflejado en los bolsillos. En este sexenio las propuestas más importantes fueron el empleo y el combate al narcotráfico. Si pudiéramos analizar a raíz de estas dos promesas el gobierno de Felipe Calderón, entonces, estará reprobado.

En 2000, con mucho optimismo muchos aceptaron al ganador de julio encabezado por el PAN, que suponía el cambio y la representación de la clase empresarial y económica, y además, conocía a nuestro principal socio comercial: Estados Unidos. La verdad es que esto no supuso más que la creación de nuevos actores en la economía mexicana, lo que el premio nobel de economía, Joseph Stiglitz, llamó el “crony capitalism”. Una economía de cuates con prácticas monopólicas que han polarizado el crecimiento económico (que en los últimos 10 años, ha sido –a pesar de las proyecciones- de 1.6%); sin embargo, si ponemos ahí el crecimiento demográfico que hemos tenido, el crecimiento será de menos de 1% anual, el peor de América Latina, aparte, la competitividad del país ha bajado al lugar 60 de 132 países.

Pero realmente, los indicadores económicos se quedan cortos, lo importante es asociar la producción de bienes y servicios con el bienestar y la equidad; he ahí el principal problema de México: el empleo formal ha disminuido y no se espera que retroceda, un indicador: en 16 carreras universitarias, en promedio 2 de cada 10 egresados han encontrado empleo en su área de especialidad (El Universal 1°de Enero). 1 de cada 5 hombres mexicanos en edades en 25 y 35 años vive y trabaja en Estados Unidos, 4 de cada 10 mexicanos tenemos parientes trabajando en E.E.U.U. (Consulta Mitofsky). Si vemos esto como un factor de estabilidad, obviamente, no vamos bien. Según cifras de la Secretaría de Hacienda –de Ernesto Cordero- los recursos para combatir la pobreza se han casi quintuplicado de 2000 a hoy, pero el resultado no ha correspondido con ese aumento. Según la CEPAL en 1994 había 53% de mexicanos en algún tipo de pobreza, en 2008 pasó a 47.7%, y hoy, con los efectos de la crisis económica, la CEPAL dice que supera el 50%, es decir, no hemos avanzado. Aparte, la CEPAL muestra que el 75.8% de la riqueza del país se concentra en el 30% de la población, de la cual el 41.2% se concentra sólo en el 10%.

México, el país de héroes que creó empleados; México, el país con más multimillonarios que Suiza –según la última publicación de la revista Forbes-. México, el país donde un jefe vale más que mil empleados, donde se premia a las empresas más poderosas con leyes que afectan a la demás sociedad. Donde según Sergio Aguayo –en su libro “Vuelta en U”- las 50 empresas más poderosas pagaron alrededor de 141 pesos anuales de ISR e IVA (que por cierto, el año pasado subió a 16% para nosotros los mortales). Donde hay 75% de probabilidades de comprarle una tortilla a Maseca; donde sólo hay 2 televisoras que controlan el espectro; donde CEMEX controla el 90% de la producción de cemento; donde Peñoles domina el 100% del mercado de la plata; donde cervecería Modelo tiene 10 cervezas diferentes y maneja el 65% del mercado; donde Bimbo domina el mercado del pan; donde los taxis del aeropuerto se pueden auto-decretar un aumento de 30% de las tarifas; donde pagamos uno de los servicios más caros de telefonía de la OCDE; donde los medicamentos cuestan el doble que en otros países (www.elpoderdelconsumidor.org); donde la SEP le da permiso a la Pepsico y a Coca-Cola de vender sus productos en escuelas. Hay tres bancos que dominan los servicios financieros, dos grupos que controlan la distribución de gas LP, tres empresas dominan la producción de pollo y huevo, dos empresas controlan el 80% del mercado de la leche, tres empresas dominan el mercado de las carnes procesadas, dos empresas dominan el mercado de jugos, dos empresas dominan la distribución de medicamento México es un país donde no se crece, se decrece; no se da solución a los problemas, se empeoran. México, el país de grandes subsidios para las clases altas –como la gasolina, la luz, el agua.

Es esto y no los precios del petróleo los que tienen a la economía atrapada en cuellos de botella que le impiden la entrada a nuevos jugadores. Esto y no la crisis de Estados Unidos es lo que no nos deja crecer. Esto y no la baja recaudación de impuestos es lo que deja al gobierno sin armas para combatir. Esto sumado a las leyes que los protegen es lo que nos condena al subdesarrollo. Esto y el miedo del gobierno es lo que hace que tengamos que medio sobrevivir con 6 mil pesos. La gran pregunta es ¿qué ha hecho la Comisión Federal de Competencia? ¿Cómo atacar a los monopolios que aprisionan a la economía, dándoles cuerda como a Televisa y a Telmex? ¿Feudo contra feudo, monopolio contra monopolio es la salida a nuestros problemas? ¿Con esto, 6 mil pesos alcanzarán?

La respuestas son igual de desafortunadas que la realidad. La comisión Federal de Competencia se ha quedado pasmada ante el poder que han adquirido los monopolistas; la prueba es que no han hecho absolutamente nada. Siempre en las campañas los diputados y senadores nos prometerán legislar a favor de nuestros intereses, luchar por el empleo y la equidad y la igualdad –entre otras cosas-, siempre y cuando no se trate de ir en contra de Televisa o de algún otro monopolista (ejemplo la ley Televisa y la fusión de Televisa y Telemundo –disfrazada como un gran triunfo-, Slim y Dish –que viola los reglamentos de su concesión-, Tv Azteca y el cerro del Chiquihuite –violando la ley y sin recibir castigo alguno-). Hoy, el gobierno –tal vez- se ha dado cuenta del poder de los monopolios y en vez de hacer las reformas necesarias, le ha apostado a la confrontación directa de monopolios; yo creo que el único que puede contra Televisa –en estas condiciones- es Carlos Slim, pero, ¿para qué tanto lío si vamos a terminar justo donde estábamos, con un monopolio que domine el triple play imponiendo tarifas altas a los usuarios? Como dice Denise Dresser (Reforma 7/III/11) y haciendo alusión al cartel publicitario de Alien vs Depredador: “Gane quien gane, nosotros perdemos”.

Cuando el gobierno sea capaz de combatir estos “hoyos en el sistema” pasaremos a una segunda fase en nuestra economía, habrá más oportunidades para el desarrollo, habrá más inversión extranjera en estos campos en los cuales les da miedo entrar por el “proteccionismo” estatal. Pasaremos a ser una economía más dinámica y más competitiva. Los precios de estos servicios bajarán y se generarán empleos. No se necesita ser economista para saberlo, sólo se necesita ser mexicano y prender la televisión, tomar un taxi, comprar una tortilla, ir por pan, tomarse un refresco, hacer una llamada; acciones cotidianas en donde vemos siempre las mismas caras.  


*Guillermo Gómez discutirá más adelante el tema de Televisa vs. Telmex.

domingo, 6 de marzo de 2011

El Estado en condición de Presunto Culpable

Estudiante de licenciatura en Derecho (CIDE)


La libertad de expresión es uno de los temas que ha causado mayor revuelo entre la juventud mexicana a lo largo de las últimas semanas. Primero, con el “caso Aristegui” y ahora por la suspensión otorgada contra la proyección de la película “Presunto Culpable”. En ambos casos, el culpable, señalado por las redes sociales y la población en general, ha sido el Estado.

La película captura uno de los mejores acercamientos a la realidad que se vive día a día en los juzgados de nuestro país. En ella, Roberto Hernández y Layda Negrete resaltan este proceso penal que se distingue por sus formas arcaicas, por involucrar a funcionarios públicos de dudosas capacidades y por presumir la culpabilidad de las personas sujetas a juicio antes de que un juez dicte sentencia condenatoria. Resulta importante destacar que la película resultó un éxito en taquilla, más de 18 millones de pesos recaudados, según lo reportado por fuentes noticiosas en los pasados días.


En este punto, es conveniente destacar que el documental innovó en la forma en que se pueden denunciar las injusticias cometidas dentro del Poder Judicial. Por tal motivo, es sencillo especular que la suspensión provisional, otorgada por la Juez Blanca Lobo, fue un acto de censura por parte del Poder Judicial. Esta idea desencadenó una inmediata reacción de los jóvenes, quienes reclamaron el acto a través de tweets o grupos en Facebook, que atacaban al gobierno y a la juez, que aportaban argumentos en defensa de la proyección de la película o que hacían un llamado a la comunidad para que apoyara la causa. Sobre estas manifestaciones, sería justo cuestionarse si la reacción fue una clara oposición a un abuso de autoridad para acallar una vergonzosa verdad o si la respuesta es un reflejo despertado por eventos anteriores, como el “caso Aristegui”, en otras palabras ¿no estaremos luchando contra molinos de viento pensando que en realidad son temibles gigantes?



La inmediatez con la que se produjo la reacción en la juventud provocó que se señalaran culpables, se emitieran cargos sin fundamentos y que el juez, en este caso, la opinión pública, condenara a los procesados sin pruebas; hechos similares a los que enfrentó Antonio “Toño” Zuñiga durante su calvario en nuestro sistema de justicia. Aquí conviene preguntarse ¿acaso Presunto Culpable es una película mexicana más? Si la respuesta a este cuestionamiento es “sí” sería correcto esperar a que el Trending Topic pase de moda, al igual que otros; sin embargo, si se responde que el documental busca dar a conocer un hecho que lesiona la democracia de nuestro país, que afecta a las personas de bajos recursos, y que procura generar una reacción en la juventud para que busque un cambio en las instituciones fundamentales de nuestro país, entonces, se debe analizar la situación con los mismos principios y valores que la película pretende que utilicemos para criticar el sistema.

El contexto en el que se está desenvolviendo el caso es muy extraño y esconde a muchos actores. En verdad, resulta difícil de creer que Víctor, el testigo que acusa a Toño, haya presentado un amparo tan complicado, sin ayuda de un abogado. Es cierto que Presunto Culpable golpeó muchos puntos débiles de nuestro Estado, y que es razonable esperar una reacción adversa de las autoridades. Pero también, es importante destacar que no debemos guiar nuestro juicio por teorías conspiracionistas, ya que caeríamos en la absurda exageración. En vez de satanizar el acto de la juez, sería útil analizar las posibilidades que el juicio ofrece: actualmente existen grandes lagunas en el Derecho sobre la publicidad del proceso penal y los alcances que dicha publicidad debe tener fuera de los juzgados. De igual forma, la libertad de expresión es un derecho que se ha utilizado para justificar actos de dudosa aceptación social y sobre el que no se han logrado formular argumentos claros sobre sus alcances. Por esta razón, convendría que nuestra Suprema Corte emitiera criterios que ayudaran a identificar los propios límites que este derecho necesita para su correcto ejercicio.

El debate sobre si el acto es un intento de censura, o no, queda sobre la mesa. Pero sin perder de vista que uno es inocente, hasta que se pruebe lo contrario, en caso de que no se acepte este argumento, tal vez sería conveniente disfrutar de otras películas en la cartelera y dejar de lamentar la falta de una opción más. Para concluir conviene afirmar mi convicción hacia una reforma institucional del poder judicial para que éste brinde certeza jurídica a las víctimas y a los acusados; de un cambio en la forma que vemos a los sospechosos acusados de cometer un delito, y mi total apoyo para que Presunto Culpable continúe exhibiéndose en las salas de cine de todo el país.

sábado, 5 de marzo de 2011

Caso de Florence Cassez, un llamado de atención al sistema penal mexicano.


Arturo Ugarte

Estudiante de licenciatura en relaciones internacionales (Westhill)

De no encontrarme cautivo, podría amar a este país, con sus mares lastimeros, con sus campos de maíz”
 Victor Hugo.


Brechas que dividen, brechas que atormentan; palabras que hieren y condenan, escuchar “chin, ya te cargo el payaso” o el “no, pues así no se va a poder” o el “¿cómo nos arreglamos mi joven?”. Así es como funciona el sistema penal mexicano y las brechas son la diferencia que pueden hacer 10 mil pesos para no entrar a la cárcel y comprar la libertad. Un sistema penal mexicano en donde debes comprar la inocencia aparte de demostrarla, donde tu inocencia debe tener unos pesos más que la inocencia del culpable. Un sistema penal corrupto y sucio, que tiene independencia –pues recordemos que el poder judicial tiene autonomía-  pero no la usa para mejorar y diferenciarse de los otros dos poderes.


Un estudio del CIDAC en conjunto con el CIDE acerca del sistema penal mexicano fue lo que hizo posible el documental “presunto culpable”. El estudio desenmascara las prácticas de condenas en los penales. Las estadísticas espantan: 93% de los sentenciados nunca vieron a un juez;   70% de los condenados fue por robo y de esos, el 60% fue por el robo de menos de 500 pesos, cada reo nos cuesta en promedio $100 pesos diarios y hay un exceso de reos en las cárceles, donde en espacios de 6x3m habitan hasta 20 reos. (CIDAC).


Las estadísticas muestran una deficiencia en el sistema penal mexicano que no podemos esconder,  aunque Felipe Calderón quiera hacerlo bajo la imagen de “no nos vamos a dejar de Francia” o haga llamados diplomáticos. La realidad es que en un país bananero –como pareciera ser México- las excusas se anteponen a los resultados. “Es que no presentamos las pruebas de condena a Francia porque defendemos nuestra soberanía (no porque no las tengamos)”. Sin embargo, -como dice José Antonio Crespo- Francia no se puede quejar porque Florence Cassez fue tratada al igual que todos los demás mexicanos que cometen delitos y no se logra comprobar ni su culpabilidad ni su inocencia, y para evitar injusticias, en México, los mandamos a todos por igual a la cárcel a cumplir condenas.


No pudo elegir peor momento México para que se hable del “debido proceso penal” sobre todo con el majestuoso documental “Presunto Culpable” donde se demuestran las deficiencias y el proceso que debe seguir una persona inocente para ser “legalmente” inocente. La pregunta es, ¿qué hacer en el caso de Florence Cassez en donde  se han presentado pruebas de su inocencia y no se han presentado pruebas contundentes de su culpabilidad? ¿Hallar a una persona cerca de una escena del crimen, la convierte en criminal? Si mi amigo es delincuente, ¿me acusarán también a mí de delincuencia organizada? ¿Cómo hacer una investigación real si esta sobrepasa las capacidades del Estado (y sus ganas también)? ¿Qué se necesita para arreglar el conflicto diplomático con Francia, presentar las pruebas del “debido proceso” en contra de Florence Cassez o "montarnos cada quien en su macho" y hacer declaraciones como “hasta donde se tenga que llegar”? como dice José Antonio Crespo, en una democracia eficaz, ¿qué debemos hacer, promover a un servidor público –como Gerardo García Luna- a Secretario de Seguridad Pública por alterar una escena de crimen o investigarlo? –Cabe decir que no quiero tomar partido, pero me gustarían pruebas contundentes-.
Este tipo de preguntas son evadidas por la sociedad que se la ha engañado con un falso nacionalismo. Hoy vemos a periodistas de Televisa –como Carlos Marín- en el programa de “Tercer Grado” usar de referencia histórica a “La Guerra de los Pasteles”. Un sentimiento nacionalista que nos hace escondernos en la bandera, en vez de desmancharla; que nos hace arremeter en contra del embajador francés, en vez de exigir cuentas a García Luna; hablar pestes de Francia, en vez de voltear a ver nuestro sistema penal. Sin embargo, es más barato seguir en esta controversia nacionalista, que hacerle publicidad positiva al presidente Felipe Calderón y aun mucho más barato que revisar nuestro sistema penal.


Una pregunta difícil de contestar es el qué hacer ante esta situación. Muchas personas tienen miedo de la policía, tienen miedo de manifestarse enfrente de un MP, pues es muy fácil que salgan dos policías armados y condenen a todos los manifestantes por delitos inventados. Sin embargo, sí podemos presionar, si podemos reclamar. Y esto es revisar las capacidades del Estado y la rendición de cuentas. Es imposible creer que el Estado no cuenta con un cordón amarillo para delimitar el área del crimen, o que no pueda hacer una investigación veraz, o que no cuente con médicos que puedan hacer autopsias, o que no tenga esa capacidad de investigación, inteligencia y lógica humana elemental. Pero también, debemos explicar el por qué de la urgencia de condenar y sancionar y no hacer investigaciones –que por default tomarán tiempo- y esto responde a la necesidad social de tener personas en la cárcel.


Cuando hay un asesinato, la gente quiere tener a alguien en la cárcel para sentirse protegido. Cuando hay un robo, la gente quiere que una persona sea culpada y condenada, aunque no se tenga la evidencia; sólo falta señalar a alguien como “narcotraficante” para no hacer ni las averiguaciones previas.  Al mismo tiempo, esta presión social cae sobre el gobernante, y él ejercerá una presión sobre el procurador, y éste lo hará sobre los jueces y ministerios públicos, así verticalmente hasta los policías, a los cuales, por debajo del agua, se les recompensará o castigará por el número de detenidos que presenten (para que la sociedad esté contenta). Tal vez por eso es tan común hoy en día ver a personas en la televisión acusadas de múltiples homicidios. Tal vez por eso vemos comerciales como “Persona X” disolvía a sus víctimas en ácido, (pero no se preocupen, ya lo tenemos atrapado). Tal vez por eso, la presidencia de la República sigue con una estrategia de seguridad que atrapa culpables, pero no disminuye el número de ejecutados.


Cuando las personas nos involucremos en los procedimientos de los penales, nos daremos cuenta si de verdad están atrapando a criminales o sólo a “presuntos culpables”. Nos daremos cuenta que la seguridad en México es un negocio muy jugoso. Nos indignaremos con las fallas que hay en nuestro sistema penal. Exigiremos que los procesos sean más abiertos y más transparentes. Presionaríamos no para que haya más reos, sino para que haya menos asesinatos y revisaríamos que el presupuesto sea bien utilizado –para ampliar las capacidades, no para pagar salarios altos-. Aun es impresionante leer el caso de Marisela Escobedo y el asesino de su hija. No defiendo a los jueces que dejaron libre al “presunto asesino”, pero si no se presentan las pruebas necesarias, ¿qué hacer? Por eso la necesidad de involucrarnos, por eso la necesidad de tener capacidad de investigación, pero eso la esperanza de quien habla aquí de que cambie el sistema penal, porque uno nunca sabe si la próxima vez seremos nosotros quienes estemos en esa situación. Tal vez cuando logremos ese grado de participación, cuando Francia le pida a México la extradición de una persona, no nos dará miedo que allá no cumpla su condena, pues tendremos las pruebas necesarias para que sea condenada.

jueves, 3 de marzo de 2011

Ser clase media en México

“Hagamos buena Ciencia Social”
Estudiante de Licenciatura en Economía (CIDE)

Nota: Los conceptos pueden ser engañosos pero ser “clase media” no significa ubicarse en la media de la distribución del ingreso del país. En México, el 47.4% de los mexicanos viven en pobreza patrimonial[1] cuando cabría espera que del 17.5 % al 83.5 % de la población fuera clase media (si la riqueza tuviera una distribución normal). La riqueza se distribuye de forma desigual en nuestra sociedad y se encuentra “desconcentrada” de la mayoría de la población del país [2]. En México, las contradicciones son tan grandes que cuando Artaud (un célebre surrealista francés) llegó al país exclamó: Nosotros creíamos haber inventado el surrealismo pero en México siempre ha existido.



Orgullosamente, en este país vive el hombre más rico del mundo, Carlos Slim Helú[3] (sí, más rico que Bill Gates y que Warren Buffet)  y otros once billonarios[4]. Lo contrastante es que en este país, también, viven cincuenta millones de pobres [5]. Es muy sencillo englobar a las personas más necesitadas de este país (mujeres que viven en mendicidad, los niños de la calle y los payasitos de crucero) con una sola palabra “los pobres” pero debemos comprender que esas personas son nuestros hermanos, nuestros conciudadanos mexicanos que, al igual que nosotros tienen el potencial de ser grandes personas, aman a sus familias, sufren necesidades y que viven pesadillas en este paraíso.

  Por mi parte puedo decir que soy un mexicano de veinte años, dicho de otra forma, llevo un quinto de siglo habitando en este país. Las contradicciones que he vivido son tan grandes que hay cosas que aún no comprendo. Iniciaré con mi infancia. Recuerdo que jugaba en el arenero con los demás alumnos del Colegio Miraflores en la huerta donde la escuela llegó a tener venados y, también, recuerdo esas felices cascaritas de los viernes con los niños del Barrio Arriba, todo en León, Guanajuato.

  Cursé de preescolar a secundaria en dicho Colegio dirigido por monjas, por lo que recuerdo el miedo y la curiosidad que sentí al escuchar en el patio de la primaria -católica y opulenta- por primera vez las críticas sociales directas y altisonantes de Molotov[6]. Además, recuerdo haber escuchado en esa misma escuela los más elegantes violines de Vivaldi.

 Mi adolescencia la pasé en el ITESM Campus León. Esa magnífica escuela enclavada, en el Cerro Gordo, de donde se puede apreciar la ciudad y la hermosa Presa del Palote. Fui alumno –obviamente becado- de “un selecto programa de alto rendimiento académico” junto con otros veintiún jóvenes. Dudo mucho que exista un bachillerato más costoso en los estados aledaños y; sin embargo, nunca he olvidado mi contacto más directo con la vida de pobreza.

 Cada año, durante los últimos diez años, he ido en peregrinación de León a San Juan de los Lagos. El objetivo es caminar alrededor de setenta kilómetros durante casi treinta horas. La reflexión y la miseria son los acompañantes del camino. Algunas personas recorren el trayecto descalzas. Dormir es todo un rito. El reposo se da un “cuartos” de tres paredes con “techo” de plástico. Es caer dormido a la orilla de la carretera en el punto en que la fatiga del camino se sobrepone al ruido de los generadores eléctricos y al frío del invierno en las llanuras aledañas a los altos de Jalisco.

 Lo que quiero decir es que he vivido mi vida conviviendo con las dos caras de nuestro país. No he tenido una existencia holgada ni carente. Ciertamente no puedo decir que conozco cómo viven las personas enclavadas en nuestras serranías ni los directivos de las corporaciones mexicanas pero tengo una idea de cómo se viven los contrastes en este país. Me he sentado a la mesa con las mejores personas y he dormido hacinado en condiciones poco “ortopédecas”.

 Ahora, entremos a mi adultez. Después de haber recibido una esmerada educación durante toda mi vida, soy una persona que habla español, inglés y francés fluidos y tiene nociones básicas de alemán; sin embargo, conozco y disfruto de las jergas mexicanas. Le digo “manta” a mi peluquera que trabaja en una papelería/peluquería (¿?) y “valedor” al camionero que maneja todo el día -o está estacionado todo el día- en las calles del DF a cambio de un sustento estrecho.

 Debo admitir que soy una persona con una vida un poco extraña. Le exijo a los camioneros ese peso de cambio que en ocasiones tratan de “olvidar”. Después de los no poco interesantes pleitos por un peso[7] con los mencionados camioneros, llego a clases al CIDE para escuchar cátedra de doctores mexicanos –egresados de Chicago, Washington u Óregon, esos individuos conocidos como “vacas sagradas”- y discutir con ellos políticas públicas y fundamentos de teoría económica.

 Estudio en una universidad pública -que cobra colegiaturas (¿?)- y si logro graduarme (dos años más de austeridad :s) entraré irremediablemente y, aún contra mi voluntad, a un peculiar grupo poblacional mexicano. A saber, en el D.F. -que tiene la escolaridad promedio más alta del país- 15 de cada 100 personas han terminado la licenciatura[8]. Los números me dan tristeza. Sin embargo, irremediablemente tendrá más posibilidades de encontrar un mejor trabajo que el resto de los 85 de cada 100 defeños restantes.

 Por las noches, al salir de clases, veo destellar las deslumbrantes luces de Santa Fe. Me deleito observando esas autopistas de cuatro carriles que se encuentran al pie de numerosos rascacielos modernos de más de treinta pisos. Aprecio esos monumentos de acero y cristal que ponen a la Ciudad de México a la altura de Houston; sin embargo, sé que detrás de esta fotografía de primer mundo están los barrios pobres de Cuajimalpa y Alvaro Obregón que compiten codo a codo en nivel de vida con las “mejores” favelas brasileñas.

  La cereza del pastel que me impulsó a escribir este artículo la encontré hace unas semanas cuando  viajé en camión y metro a las cinco de la mañana. Todo pintaba como un día normal: rum, rum, ajetreo en la ciudad! Lo anormal fue que en menos de dos horas compartí el andén del metro con dos grupos poblacionales diferentes: los obreros de la Ciudad de México y los estudiantes que se dirigían al Instituto Politécnico Nacional. Ellos iban a trabajar y a estudiar respectivamente pero yo me dirigía a la estación terminal aérea para recoger a mi hermana que venía de estudiar seis meses en Berlín… ¿Cómo caben en un andén personas con trayectos tan distintos? Reflexionando sobre este artículo me di cuenta de que tal vez no pertenezco a ninguna clase social, pero embono perfecto en cualquiera.

  Esa es una parte de mí. Soy Mario Enrique Negrete García y llevo un quinto de siglo viviendo en este país. Soy un clase media mexicano que vive entre dos mundos completamente diferentes. México es mi país, lo amo y lo respeto pero comprendo que necesitamos mejorarlo. El problema principal es el análisis de los grandes problemas económicos, de desarrollo y equidad que vivimos en nuestro país. Es nuestro deber atacar estos problemas y brindad oportunidades para una regeneración y una mejora de nuestro país.


* Si este artículo tiene algo de ameno e interesante es debido a los atinados y certeros consejos de edición de Dante Salazar. Todas las fallas son mías por ser un cabezón remilgoso que en ocasiones desoye consejos.

** Si este trabajo se terminó de escribir fue gracias a la atención y los apreciables recordatorios de Andrés Jurado. Si no fuera por él, tendría la nariz entre libros de Análisis Matemático y Estadística.


P.d. ¡Haz patria y quéjate constructivamente!
P.d.d No olviden comentar, a sí sea para decir que mi vida es fofa y aburrida. Les aseguro que si es el caso trataré de hacerla más interesante ;)


[1] Datos de 2008, ww.coneval.gob.mx/contenido/med_pobreza/3494.pdf
[2] En 2008 México obtuvo un índice de Gini de 0.52. http://data.worldbank.org/indicator/SI.POV.GINI
[6] A propósito del post, algunas estrofas: Yo por eso me quejo y me quejo, porque aquí es donde vivo yo ya no soy un… Gente que vive en la pobreza, nadie hace nada porque a nadie le interesa…Si nos pitan como a unos ·&·/#, no lo somos! Viva México, ·$%&!... Que se sienta el power mexicano! Así es! Todos juntos como hermanos!
[7] A veces hay cosas que valen más que un peso ¬¬. Como el coraje de que traten de verte la cara y te digan: “Uy, joven. Ni es cierto, siempre cobramos cinco pesos”.
[8] “El grado de escolaridad promedio en el D.F. es de 10.2 años o hasta el segundo año de secundaria. El dato es 15 de cada 100 adultos mayores de quince años terminan estudios de licenciatura o equivalentes. Ni qué decir de Chiapas… http://cuentame.inegi.gob.mx/monografias/informacion/df/poblacion/educacion.aspx?tema=me&e=09