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sábado, 12 de febrero de 2011

¿Por qué los pobres tienen un Black Berry y yo no?

Estudiante de licenciatura en economía (CIDE)

Hace algunos días, mientras viajaba en camión, una señora me pidió dejarla sentar a mí lado. La vi de reojo pero pude observar que era una señora de unos 45 años que cargaba su humilde mandado en bolsas de plástico. Para no hacer larga la historia, la señora sacó un Black Berry nuevo de entre su ropa y se puso a jugar con el aparato. No me quedó del todo claro cómo la señora podía pagar un gadget tan lujoso.

Le dije: “Señora, soy economista y me interesa conocer las decisiones de las personas”. La señora se sorprendió por mi abrupta intromisión pero, cuando menos, no se asustó. Le pregunté si sabía qué es CAT –Costo Anual Total por del crédito que se pide-. Ella me comentó que no sabía, pero que ya había comprado a crédito su celular e incluso ropa. Me dijo que ya le habían “dobleteado” el precio que había visto en la tienda.

La falta de información sobre el crédito puede ocasionar que las personas no puedan terminar de pagar el objeto que compraron y terminen perdiendo por completo su dinero y el bien que intentaban adquirir, además de perder puntos en el buró de crédito lo que les limita préstamos futuros.

El crédito para consumo –préstamos o tarjetas de crédito para comprar bienes que no formarán posteriormente parte de un proceso de producción- debe ser tratado con especial interés porque afecta directamente el poder adquisitivo de las familias y está sujeto a una cantidad considerable de variables que en ocasiones no podemos controlar. Si el país o la economía global entran en crisis o si perdemos nuestro empleo las instituciones financieras nos prestarán menos dinero a tasas de interés más altas; si omitimos un pago probablemente nuestra deuda aumentará debido a los intereses moratorios.

Es decir, las instituciones financieras no nos “regalan” el dinero que gastamos con las tarjetas de crédito sino que nos prestan un servicio por el que debemos pagar, como si pagáramos a un profesor o a un médico. La fórmula para calcular el Costo Anual Total -CAT- que debemos pagar por un préstamo es:
J=1MAj(1+i)tj=k=1NBk(1+i)Sk

Ok, quizá esto no sea muy útil así que les dejo la dirección donde una computadora nos puede calcular el CAT -http://www.banxico.org.mx/CAT/index.html- y no duden en escribirnos si tiene alguna duda, corrección u opinión sobre este artículo. Y recuerden, compren con la cabeza no con el corazón. 


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3 comentarios:

Juan dijo...

jaja buena observación Mario, la mayoría de los mexicanos viven(¿vivimos?) endeudados por la falta de información(o se nos proporciona la información incorrecta) acerca de los créditos otorgados por diversas instituciones, es algo que se debe de cambiar, pero es un problema que se debe solucionar de raíz ya que las personas buscan los créditos, la educación mediocre que recibe más del 90% de los mexicanos lleva a este tipo de decisiones y ultimadamente a tener un país como el que tenemos.
Soy Jasso jaja, suerte con el blog.

Anonymous dijo...

Hey, el título super enganchador, el contenido bastante bueno, #Uhhh, @Tintero Económico, ya tiene rival, :P.

JD

Mario Enrique dijo...

Muchas gracias por los comentarios. Tienes toda la razón Jasso, es un problema profundo que tenemos como mexicanos. El nivel de penetración financiera en el país es insuficiente y para variar poco competitivo. Hace algunos meses Banxico prohibió practicas rentistas en la mayoría de las instituciones financieros, por ejemplo: ya no cobran los cajeros por el número de retiros y han disminuido los costos de manejo de cuenta. Detalles pequeños pero que en el agregado son muy redituables para las empresas y restringen poco a poco las el poder adquisitivo de los mexicanos.
Gracias por los buenos deseos, es un proyecto que va empezando y todos están invitados.

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